viernes, 12 de octubre de 2007

¿Izquierda?.

En muchas oportunidades e podido constatar el temor que genera en algunas personas la aplicación de los términos de izquierda en las políticas de estado de algunos países. Si bien es cierto que se han encontrado, en la historia mundial, líderes del terror que aplican medidas que violan los derechos de la mayoría con la escusa de generar cambios en pro de las sociedades. Es importante reconocer que la izquierda posee, al igual que la derecha, diferentes matices en su aplicación ideológica.

En América del sur la izquierda a cogido importancia, después del fracaso de gobiernos que no lograron satisfacer las demandas de progreso y participación. Nuestros gobernantes luchan por establecer diferencias entre las políticas actuales y la de los viejos gobiernos de derecha. En este afán pretenden establecer esta corriente como la única solución a los males heredados. En sociedades como la venezolana, se distinguen varios tipos de pensamientos socialistas. El primero y más reaccionario es el pensamiento Chavista; donde agrupamos a los seguidores incondicionales de nuestro presidente. Luego, sin restarles importancia, están las diferentes corrientes de izquierda conformadas por individuos con criterios, algunos o todos, distintos a los definidos por el estado.

Lo cierto es que ningún gobierno puede establecer pensamientos o corrientes ideológicas en sus sociedades a punta de chantaje y presión. Es necesario convencer a los individuos de los beneficios que les puede otorgar la implementación de sus políticas. A fin de cuentas todos necesitamos de la participación del conglomerado en general. Los líderes son aquellos que canalizan las voluntades y esfuerzos por un bien o por una meta en común. Discriminar o aislar a sus oponentes y comprar voluntades con políticas populistas no son, ni serán, formulas de éxito para ningún gobierno.

Considero que el Socialismo Bolivariano es necesario. Nuestros antiguos gobernantes fracasaron llevando a nuestro país al desastre y limitando el protagonismo del pueblo. Ahora le queda pendiente a los líderes actuales convencernos de que ésta corriente socialista será la que nos saque del atolladero.



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